Hace unos días os traía un artículo de Peio Sánchez sobre el docureality  «Quiero ser monja» que emite Cuatro/Mediaset. Para completar la visión, pues es fácil perderse entre los árboles y no ver el bosque, quiero traeros un entrevista de Noemí Saiz, creadora del portal http://www.buscoalgomas.com, y una de las personas que está detrás del proyecto televisivo. Creo que nos puede ayudar sobre todo a entender el porqué decidió involucrarse en «Quiero ser Monja».

¿Se puede mostrar la llamada de Dios en televisión? ¿Las chicas que participan siguen un guión? Noemí Saiz, asesora de Warner Bros, desvela cómo es este reality detrás de las cámaras.

noemi_saizDe plantearse ser monja a participar en un proyecto en el que varias chicas cuentan ante las cámaras de televisión su experiencia tras haber recibido la llamada de Dios. Noemí Saiz, responsable de la web Busco algo más, ha sido la asesora religiosa de la productora Warner Bros en la creación del reality Quiero ser monja que se emite los domingos en Cuatro.

Saiz desvela cómo ha sido el casting, el rodaje y la producción de un programa que ha tenido sus detractores entre quienes piensan que la vocación religiosa no es un tema para tratar en televisión. Ella asegura que entiende los recelos de los católicos, acostumbrados a que se les trate “regular en los medios”, pero defiende que Quiero ser monja supone una oportunidad para dar a conocer la vida religiosa a quienes “no han visto una monja en su vida”.

Te llaman de Warner para que participes en la creación de unreality sobre la vocación religiosa. ¿Cómo te lanzaste a formar parte de un proyecto como “Quiero ser monja”?

La productora Warner se pone en contacto conmigo y me piden que les ayude a contactar con las congregaciones religiosas, porque para ellos era muy difícil convencer a las monjas de que participaran en un docureality. A mí cuando me cuentan el proyecto me parece una forma muy bonita de dar a conocer la vida religiosa. Empezamos con las visitas a las instituciones religiosas y tres congregaciones se apuntaron para participar.

Tiene que ser complicado convencer a una monja para que participe en un reality

Tiene que ser una persona y una congregación valiente. Las religiosas que han participado decían que les habían resonado las palabras del Papa de salir a la calle, de darse a conocer, de dar a conocer a Jesucristo. El Papa dice que hay que hacer de todo para que vengan vocaciones. ¿Por qué no es de todo que la gente vea a esas mujeres felices en televisión?

Hay quienes han criticado que unas religiosas se dediquen a salir en televisión o busquen vocaciones en un programa de la cadena Cuatro. ¿Se equivocan los que han criticado esta decisión?

Es verdad, yo si no hubiera estado en el proyecto hubiera pensado: “Las monjas estas, ¿cómo se meten en este berenjenal?”. Pero las religiosas han rezado, han pedido consejo, han pedido permiso al arzobispado cuando ha sido preciso. En nuestra sociedad hay gente que no ha visto nunca una religiosa. ¿Cómo se las va apañar Dios para hacer entender a una chica que lo que siente son deseos de entregarse a Él? Creo que habrá chicas que tengan vocación, que vean el programa y entiendan lo que les pasa.

Desde que se anunció el programa, hay católicos que han tenido miedo de que se diera pie a la burla y a la ofensa…

Muchos católicos dicen “ni lo veas, que seguro que sacan cualquier cosa”. Es lo que piensas: a ver cuándo sacan a relucir casos de abusos, cuándo se burlan de las religiosas… Es lo que a veces te esperas de la televisión y en un formato como estos. Pero como he estado detrás del proyecto, sé que está bien hecho. Los miedos son lógicos porque estamos acostumbrados a que muchas veces se trate regular a la Iglesia, a esperar la burla, a esperar el “zasca”.

Vivir la experiencia de la llamada a la vida religiosa delante de las cámaras tiene que ser complicado, ¿las participantes en estedocureality siguen un guion?

No hay ningún guion. Lo que sí que se hace es establecer actividades, lo que forme parte del día a día de las religiosas. Estas cosas se programan y dentro de estos actos ocurren cosas que se graban, pero sin guion. Ninguna de las chicas es actriz, una de las chicas llora al despedirse de su novio y eso es real.

Ahora, tienen que ser chicas que estén en el momento previo a la decisión de ser monjas, cuando se sienten cosas pero no saben darle nombre, o chicas que ya hayan dado el paso, que hayan dicho que sí y quieran dar testimonio de eso que ya han decidido. En el momento en el que te estás decidiendo, que tienes dudas, que tienes miedos, no es para mostrarlo en televisión. Mucha gente dijo que no a participar en el programa porque no era el momento.

¿Cómo se ha hecho el casting para elegir a chicas que querían ser monjas?

Fue un casting muy complicado. Para empezar, se buscaban chicas en distintos momentos de la experiencia de discernimiento vocacional. Para encontrar a estas chicas, el equipo de casting se fue a encuentros de jóvenes como el acontecido en Ávila el pasado mes de agosto. Ha habido muchos viajes, llamadas a párrocos o llamadas a personas que pudieran dar a conocer la iniciativa.

La mayoría de los que han trabajado en la realización de este programa no tenían relación con la Iglesia ni con religiosas, y menos con religiosas de clausura. ¿Cómo han reaccionado al conocer esta forma de vida?

Para ellos era todo nuevo, la mayor parte estaban alejados de la Iglesia. Cuando yo iba a visitar las congregaciones con la gente de producción de Warner me fijaba en las caras de sorpresa de los del equipo cuando salían las monjas. Para ellos fue un descubrimiento y, por eso, yo creo que lo han tratado con mucho respeto.

¿Esta experiencia ha tenido alguna repercusión en la vida personal de quienes formaban el equipo?

Sí. La subdirectora del programa, por ejemplo, sigue yendo a visitar a las congregaciones. Durante el rodaje en clausura, había más de veinte personas en el claustro trabajando y había que ir de puntillas del poco ruido que había, del respeto y el sentido de estamos donde estamos.

Tú has podido ver el docureality completo. Después de ver los episodios, ¿te ha gustado realmente el resultado o hay partes excesivamente sensacionalistas?

A mí me ha gustado mucho, creo que es muy respetuoso, es un programa hecho con mucha delicadeza y las congregaciones que se han elegido muestran el abanico de la vida religiosa. A las religiosas que han participado y han visto los primeros capítulos les ha gustado mucho.

Es difícil mostrar la experiencia religiosa en televisión y más en un tema como la vocación…

Hay que ser conscientes de que es un programa de televisión. El formato del programa sí muestra lo que las chicas que se plantean ser monjas pueden llegar a sentir y lo que pueden llegar a encontrarse. Sin olvidar que es un formato de televisión y se acortan los tiempos, se acortan experiencias.

¿Por qué es positivo un programa de televisión que muestre la vocación religiosa? ¿Merece la pena exponerse a la burla o la incomprensión?

Los católicos nos hemos mantenido mucho tiempo ocultos, hemos vivido de las rentas. Ahora la Iglesia se da cuenta de que hay que salir a la calle, que hay que abrir las puertas, como dice el Papa Francisco. Y si se nos da la oportunidad de llevar a Dios a un programa como Cuatro, tenemos que hacerlo.

¿A ti no te dio miedo ser intermediaria entre las monjas y un canal de televisión como Cuatro?

Había un contrato donde estaban muy bien fijadas las cosas, yo podía ver el capítulo final montado antes de su emisión. He pasado noches durmiendo muy mal, eso es verdad, pero con el director fenomenal porque me decían:  «Si algo daña a las instituciones religiosas, lo hablamos y lo solucionamos entre todos».

Hace unos años decidiste crear la web Busco algo más para ayudar a los jóvenes que sintieran la llamada a la vida religiosa…

Todo empezó porque hubo un convento de clausura que visité que me dio mucha pena porque vi la necesidad vocacional y la incapacidad de las monjas de darse a conocer… Salí de allí diciendo: “Van a cerrar, es muy complicado que las jóvenes las conozcan”. Pensé que hacía falta crear algo que diera a conocer estas congregaciones y empecé a crear un portal web que explicara con vídeos qué puede sentir un joven que se siente llamado a la vida religiosa y las distintas congregaciones que hay en España. Así nació la web Busco algo más.

¿Cómo funciona este portal?

Los jóvenes pueden ver si alguna de estas congregaciones les toca especialmente. Este portal es el inicio del discernimiento vocacional y luego son los que sienten la llamada los que tienen que contactar con las instituciones. Lo normal es que me manden un correo electrónico bomba: “Me parece que tengo vocación religiosa”.Mi única labor es que lleguen a las instituciones religiosas, asesorarles para que contacten con un director espiritual y que no se olviden de lo que han sentido en un momento determinado.

Has hablado de la actual falta de vocaciones religiosas que afronta la Iglesia. Desde tu experiencia personal, ¿crees que esto se debe a que las instituciones no se dan a conocer o por qué es difícil que hoy en día alguien sienta la llamada a la vida religiosa?

Es cierto que hay miedo al compromiso, hay una problemática profunda que debemos tratar. Pero uno de los problemas es el desconocimiento y tiene una solución muy sencilla. Por ejemplo, las dominicas de Lerma crean “el reto” y empiezan a tener vocaciones, las carmelitas de Valladolid han empezado a moverse en las redes sociales y tienen vocaciones. Las instituciones que se dan a conocer tienen vocaciones. Es muy difícil que, si no te conocen, los jóvenes sientan la llamada a vivir de esa manera.

Una entrevista de Lola González para La Gaceta